A principios de los años 90, con tan solo 19 años, Flavio Augusto da Silva vivía en una vivienda humilde en Río de Janeiro que no disponía de línea telefónica, un servicio que por aquel entonces era considerado un lujo en Brasil. A pesar de este obstáculo, consiguió un trabajo como vendedor de cursos de inglés por teléfono.

Decidido a triunfar, convirtió los teléfonos públicos del Aeropuerto Santos Dumont en su “oficina” improvisada. Cada día, invertía el dinero que ganaba o pedía prestado en fichas telefónicas para realizar las llamadas de venta a los clientes potenciales que le proporcionaba la empresa. 

Tras varios meses y acumular algo de experiencia y capital, Flavio decidió emprender su propio camino. Observó que los métodos tradicionales de enseñanza de inglés se centraban en niños y adolescentes, por lo que identificó un nicho de mercado: los adultos que necesitaban aprender inglés rápidamente para mejorar sus perspectivas laborales. 

En 1993, con 20.000 dólares que pidió prestados a un banco, fundó Wise Up. Su enfoque pedagógico, más práctico y orientado a la conversación, resultó ser un éxito y la red de escuelas creció rápidamente por todo Brasil y, más tarde, a nivel internacional. 

El negocio de Wise Up floreció, y en 2013, Flavio Augusto vendió la compañía al grupo brasileño Abril Educação por la impresionante suma de cerca de 200 millones de dólares (aproximadamente 440 millones de reales brasileños en ese momento). 

Con el capital obtenido, Flavio se embarcó en otra aventura empresarial: adquirió el club de fútbol estadounidense Orlando City SC de la Major League Soccer (MLS) en 2013, convirtiéndose en el primer dueño brasileño de un equipo de la liga. Bajo su propiedad, el equipo creció en valor y popularidad. 

Años después, en 2017, dio un giro inesperado al recomprar Wise Up a Abril Educação a un precio mucho menor del que la había vendido, aprovechando una situación financiera complicada del grupo comprador. 

Hoy en día, Flavio Augusto da Silva es un empresario multimillonario, inversor y autor, cuya fortuna se estima en cientos de millones de dólares. A través de su blog y su grupo empresarial, Ometz Group, se dedica a asesorar a nuevos emprendedores, demostrando que con determinación, visión de negocio y superación de obstáculos (como la falta de un teléfono en casa), es posible alcanzar el éxito global.